Los ordenadores ya no son lo que eran...

7 años después de mi primer portátil (que no da para más de 20 minutos encendido y eso que está recién formateado a esperas de que lo salve San Ubuntu....) me he vuelto a pillar un buen bicharraco:
este tochiba con su potentísimo i7, 6gb de ram, gráfica de 1gb propio + 1,4 compartido y muchas más cosas super-polluas para que luego el mismo puto güindous (el 7, gracias a dios el vista no lo he sufrido) arranque o apague casi igual de lento... no falla, a más potencia más tonterías le ponen...


pero bueno, no tenía pensado dar la brasa con configuraciones informáticas sino con otras cosas que se estilan más por estos lares: ¡echar la vista atrás! (un saludo Ille!)

Mi primer ordenador (en realidad era para toda la casa) fue un 486 al que era igual de lento que su hermano menor. Creo recordar que iba a 33mhz y tenía la friolera de 16mb de ram y 80mb de disco duro, ¡insuficiente para el pcfutbol4! y por supuesto sin cedé-rom ni cosas de esas modernas; el güindous 3.1 que se arrancaba desde el grandioso MS-Dos 6.22 y pare usted de contar.
Pues el caso es que abrirlo e instalarlo era como si los Reyes Magos hubieran pasado ese día por casa. ¡Venga cajas! Que si el monitor (cabezón, por supuesto) de 14'', la unidad (todavía no había "torres"), el teclado, el ratón con su bola, el filtro para la pantalla(¡¡¡importantísimo!!!!), etc. y cada una de esas cajas tenía su plastiquito con varios manuales de instrucciones, unos cuantos disquetes y hasta algún cable suelto... que había que guardar ordenadamente para saber de qué era cada cosa luego. Con el tiempo los disquetes murieron y lo que tenías guardado en esa cajita era el cd de la gráfica, el de la tarjeta de sonido, el de la placa base o una copia del partition magic que siempre era muy socorrida!!!
¿¡¿¡¿Pero ahora qué?!?!??! Te mandan una caja más pequeña que la del superjuegos reunidos, que de primeras piensas... ¿y ahí cabe mi pepino de ordenador? Y que cuando la abres descubres que sí, que ahí está tu ordenador pero está el pobre está más solo que mindolo. ¡Ni un triste cd! Sólo un par de micro-instrucciones que únicamente dicen para que sirve cada enchufe o botón y que es conveniente que no abras el portatil a golpes; y lo que es peor, que no han tenido ni la delicadeza de meterlas en su plastiquillo correspondiente... ¡Bienvenidos a la era del consumismo!
Luego descubres que en el escritorio del ordenador te han dejado un pdf con el manual del usuario que sabes que tarde o temprano acabará en la papelera de reciclaje. ¿Un pdf? ¿Para qué quiero yo un pdf? ¡Un pdf no se puede guardar con las cosicas del ordenador!
Otra cosa que ya no echan son los socorridos plásticos de pompitas, que siempre venía bien guardarlos por si había que mover el ordenador o para protegerlo del polvo. Ahora que va... lo plastifican todo con film transparente que no sabes si debes quitar, y no sólo porque obviamente ya no será nuevo sino porque si lo han puesto ahí será por algo... ¡¡¡verás tú como se acabe rayando!!! Y rayas no sé... pero ¡¡¡¡huellas!!!! Con la moda de los materiales "brillo" (deberían llamarlos "huellas") coge todas las de las cinco primeras temporadas de CSI y alguna más...
Aunque para brillo el de la pantalla. Sí, led, no había otra cosa, qué le vamos a hacer. Porque antes, mientras arrancaba el ordenador, te fijabas con la diligencia de un ingeniero nipón en todos los "enabled" y "checking" que desfilaban por la pantalla a velocidad de vértigo por si algún día tenías que hacer de House y diagnosticarle una infección al pc (otra cosa es si te habían tuenado el autoexec.bat XD). Pero gracias a las nuevas pantallas LED-brite lo único que puedes ver es el careto de gilipollas que gastas...
Y la verdad muy poco más que contaros, aquí tecleando unas cuantas chorradas en un güindous original (¿quién te ha visto y quién te ve?) un viernes por la tarde del mes de julio y es que era esto o hacerle los records al buscaminas...

¡Un saludo a tod@s!